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jueves, 6 de febrero de 2014

La Infanta alegará ante el juez que era ajena a los negocios de su marido

La Infanta intensifica con sus abogados el ensayo de su declaración como imputada por fraude fiscal y blanqueo, el sábado en los juzgados de Palma. Desde el lunes, doña Cristina dedica varias horas al día a preparar la cita con sus letrados en el despacho de Roca Junvent, en el centro de Barcelona. Su marido, Iñaki Urdangarin, está con ella en la ciudad estos días, pero no en las reuniones, a las que tampoco asiste ningún representante de La Zarzuela.
La Infanta viajará a Palma el mismo sábado y abandonará la ciudad una vez concluya su declaración. Urdangarin no la acompañará. Al contrario que su marido, doña Cristina tiene previsto llegar en coche hasta la puerta del juzgado y no hacer el paseíllo, como recomendó la policía y autorizó el juez decano. Solo si en el último momento se ve con fuerzas, bajará la cuesta andando. En cualquier caso, al salir no hará declaraciones. Sí lo hará uno de sus abogados; previsiblemente, Miquel Roca.

El objetivo de las sesiones de trabajo con sus letrados es que doña Cristina ofrezca al juez un relato claro, coherente y veraz que logre convencerle de que no es responsable de los delitos que le atribuye. Cuenta con una ventaja, según fuentes de su entorno: que no prestaba atención a los negocios de su marido.
Es la primera vez que la hija de un rey se enfrenta a una situación así, de modo que el entrenamiento de su defensa se centra en enseñar a la Infanta a hacer algo a lo que no está acostumbrada: dar explicaciones y “sacarla de la burbuja” en la que ha vivido.
El proceso, según fuentes conocedoras del mismo, no está siendo traumático. La Infanta, aseguran, ha adquirido “plena conciencia” de la importancia que tiene —para ella y para la Corona— que el sábado ofrezca un relato coherente de su inocencia ante el juez, pero también ante la sociedad española.  Los abogados de Molins & Silva -que asumen todos los casos penales del despacho de Miquel Roca- intentan que la Infanta despeje dudas sobre su participación en la sociedad patrimonial Aizoon, que compartía a medias con su marido.
Ayer no estaba previsto, pero fuentes del entorno de la Infanta no descartan que antes de viajar a Palma el sábado, haga una parada en La Zarzuela, sobre todo pare ver a la Reina. De momento, los duques de Palma se alojan en el hotel AC Victoria Suites de Barcelona, a apenas 500 metros de La Caixa— para la que doña Cristina trabaja ahora desde Ginebra—, a un kilómetro de Esade —la escuela de negocios donde estudió Urdangarin— y a menos de dos del palacete de Pedralbes —que han puesto a la venta por 10 millones de euros—.
La defensa medita si la Infanta debe responder a las preguntas que formulen las acusaciones populares (Manos Limpias y Frente Cívico, la asociación de Julio Anguita), y el abogado del exsocio de Urdangarin, Diego Torres, además de a las del juez y el fiscal. Su marido sí contestó a todas las partes cuando declaró como imputado. Como aquella vez, ningún representante de La Zarzuela acudirá a Palma, aunque el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, estará en contacto con Roca para saber si cree que el sábado, como desean, empieza el fin del “martirio” del caso Nóos.

Fuente: El Pais

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